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Declaración de la Liga Trotskista Internacionalista de Perú

 

El Perú profundo Obrero y Campesino se ha levantado contra los planes de hambre, entrega y miseria del imperialismo, del régimen fujimorista, y el gobierno asesino de Alan García

 

A un año de la masacre de más de 200 trabajadores y campesinos a manos de la policía asesina de Alan García y el régimen fujimorista del TLC
A 9 meses de la cárcel de Pedro Condori y los luchadores de la mina Casapalca
A 3 meses de la masacre de cinco mineros artesanales en Chala
La dirigencia de Aidesep, de la mano de la dirigencia de la CGTP y la izquierda reformista busca someter a las masas mediante la “reconciliación”, llorando como propios a los policías asesinos ejecutados por las masas en lucha.
¡Ninguna reconciliación con el gobierno y el régimen asesinos de obreros y campesinos!
¡Libertad a Pedro Condori, Claudio Boza, los dirigentes mineros de Casapalca, de los luchadores de Bagua!
¡Fin de la persecución judicial de Alberto Pizango y los mas de 1000 luchadores enjuiciados!
¡Por el derecho inalienable de los obreros y los campesinos pobres a defenderse del ataque del gobierno y el estado burgués! ¡Los policías asesinos ajusticiados por las masas explotadas en lucha, no son nuestros mártires!
¡Por tribunales obreros y populares para juzgar y condenar a los responsables de la masacre de más de un centenar de campesinos en Bagua!

La masacre de Bagua
 
El 5 de junio de 2009, la policía peruana armada hasta los dientes irrumpió en la “Curva del Diablo” y en la Estación 6 de Petroperú, en el departamento de Amazonas tomadas por los trabajadores y campesinos pobres amazónicos desde marzo de ese año. Uno de esos destacamentos de asesinos, fue desarmado por un piquete de campesinos que con esas armas defendieron el bloqueo, en una acción heroica y audaz que marca el camino a todos los trabajadores y el pueblo explotado peruano.
Enfrentando la entrega de la selva a las transnacionales, en el marco del TLC entre el régimen fujimorista y el imperialismo norteamericano, que ata a la nación oprimida a los dictados del imperialismo estadounidense, los trabajadores y campesinos pobres de Bagua en una alianza revolucionaria con la clase obrera soldada en la lucha, se enfrentaban a la entrega de los recursos de la nación al imperialismo, con bloqueos de carreteras y la toma de pozos petroleros, golpeando los intereses de la burguesía peruana y sus socios mayores, los imperialistas yanquis, ingleses, españoles y franceses de la Hunt Oil, Repsol y Totalfina.
Después del 5 de junio, el ejército entró a la región, actuando como en la época de la guerra sucia. Durante 5 días el ejército actuó como una “zona político-militar”. Y esto fue así, puesto que la lucha de los obreros y campesinos de Bagua amenazó con extenderse a todo Perú y llegar a la misma capital: Lima.  Bagua abrió una verdadera fase de guerra civil. Esta guerra civil se extendía hacia otros departamentos y otros sectores obreros en lucha y amenazó con golpear directamente a la capital, profundizarse y convertirse en una acción independiente de las masas que abriera la revolución peruana. Este golpe de los obreros y campesinos pobres de Bagua había dejado en crisis al régimen y al gobierno de Alan García quien acudió por ello a blindarse con las fuerzas armadas.
El enfrentamiento entre los campesinos pobres de Bagua y la Policía asesina del régimen fujimorista dejó un saldo de más de cien campesinos asesinados y 23 de los asesinos ejecutados por los campesinos que ejercieron su legítimo derecho a defenderse del ataque de los perros de presa del estado burgués peruano.

Encarcelamientos y persecución
de los mineros de Casapalca

En octubre del 2008 mientras bloqueaban la carretera central, los trabajadores de la mina Casapalca se enfrentaron a la policía que había ido a reprimirlos. En el enfrentamiento murió un capitán de policía, debido al desprendimiento de una roca, mientras eran perseguidos los mineros entre los cerros.  Por eso el secretario general del sindicato minero, Pedro Condori, el dirigente Claudio Boza, están presos en la cárcel de Aucallama, desde septiembre del 2009, o sea hace casi 9 meses. Ellos fueron intervenidos en la calle, sin serles avisado que se les había denunciado penalmente, luego de que se les hubiera citado en el ministerio de trabajo. En marzo de este año fue encarcelado el sub secretario general del sindicato de Casapalca, Antonio Quispe. Alejados de sus familiares, por la lejanía de la cárcel, aislados del apoyo de la Federación Minera por obra de su dirigencia sirviente del régimen, tal como denuncia el mismo compañero Condori, los compañeros presos están enfermándose debido a los maltratos y la situación inhumana que viven en la prisión del régimen fujimorista del TLC.

La masacre de Chala

En abril de este año los mineros artesanales agrupados en la Fenamurpe salieron a combatir por defender sus puestos de trabajo, amenazados por el gobierno. Quedaron aislados por la dirigencia nacional de la Federación Minera, y de la CGTP, quienes se negaron a apoyarlos, pese a que la amenaza de ser reprimidos sangrientamente estaba clara desde que días antes el gobierno militarizara la zona enviando miles de policías y decretando el estado de emergencia. El 4 de abril fueron cercados por la policía asesina, siendo masacrados en Chala, departamento de Arequipa, en el momento que bloqueaban pacíficamente la carretera panamericana. Cinco mineros fueron asesinados y 80 quedaron heridos, a solo 10 meses de la masacre de Bagua. 

Los nuevos decretos represivos y
anti-obreros del gobierno y el régimen

Ahora el gobierno ahora ha sacado el fantasma de Sendero Luminoso para descargar sobre los trabajadores y el pueblo una serie de decretos bonapartistas. El primero que van a plantear es anular de hecho la autonomía universitaria permitiendo que el ejército y la policía entren en las universidades por orden del gobierno, y modificar la elección y funcionamiento del gobierno universitario, para gerenciar la privatización de las universidades públicas. Sin duda lo siguiente será endurecer aún más la legislación penal para reprimir a los trabajadores y darle mayor libertad de acción a las fuerzas armadas y policiales, para conseguir el sueño dorado de los patrones, tipificar como “terrorismo” lo que hoy es “motín”, y poder juzgar como “terroristas” a los luchadores de nuevas Baguas e Ilaves, y encerrarlos en prisión de por vida. Aprovechan este momento en que gracias al agua echada encima de las luchas, el gobierno se ha salvado de una huelga general. El agua echada encima se llama la “reconciliación” que la dirigencia de Aidesep, de la mano de la dirigencia de la CGTP y la izquierda reformista, lanzo a principios de junio.
 
Una “reconciliación” con los verdugos para echar
agua al fuego de la lucha contra la explotación del gas

El 5 de junio de este año, a un año de la masacre de Bagua, la dirección de Aidesep (Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana) que agrupa a las organizaciones de etnias amazónicas, organizó una ceremonia en la que declararon “Mártires por la defensa de la Vida en la Amazonia del Perú” tanto a los nativos como a los policías que perdieron la vida aquel día.
El gobierno de Alan García y todas las instituciones del régimen fujimorista del TLC, asentado en los pactos contrarrevolucionarios impuesto en el continente entre el imperialismo y las burguesías bolivarianas a la cabeza de Castro, Chávez y Morales junto al stalinismo y sostenidos por izquierda por los renegados del trotskismo, buscan imponer a los campesinos pobres y a los obreros de la Amazonia peruana la reconciliación con la policía asesina, reconociendo como “sus mártires” a los asesinos ejecutados por las masas en lucha. Tenía el papel de echarle agua a la lucha de los trabajadores y campesinos pobres del sur que se disponían a entrar en lucha contra el saqueo imperialista del gas de Camisea (Cusco).  
Con ese fin, el presidente de Aidesep, Alberto Pizango, que después del 5 de junio de 2009 debió asilarse en Nicaragua durante once meses, acusado por el régimen fujimorista peruano por "apología de la sedición", fuera a Bagua, proclamando que “lamento profundamente la pérdida de cada una de las vidas de mis hermanos policías y nativos”.  

Dos puntas de una misma soga
para ahorcar a los trabajadores

Es un hecho que la burguesía peruana, como lo hace toda la burguesía, aguzando su visión, quiere estrangular la lucha de los trabajadores y el pueblo explotado contra la burguesía y el imperialismo. Para ello usa dos agentes, por un lado el semi-bonapartismo con rasgos semi-fascistas que es el régimen y el gobierno actual, que masacra como en Bagua y Chala, encarcela dirigentes y luchadores y hace persecución judicial, y decreta nuevas leyes anti-obrera de represión.
De otro lado usa al sector bolivariano, conciliador, que le dice a los trabajadores que la vía para liberar a los presos y perseguidos, conseguir justicia por las masacres y genocidios de los ’80 y ’90, pasa por someterse a la justicia burguesa, a la Defensoría del pueblo, a las comisiones de negociación con los ministros y el parlamento, y por supuesto, en elegir presidente a Humala, pues dicen que “solucionará todo”.
Este es el mismo método que despliega en Palestina: subordinando a la clase obrera y los explotados a los pacifistas, y a las burguesiasa árabes dirigidas por Egipto, quiene les dicen a las masas que se sometan y acepten la legitimidad del estado sionista-fascista, porque sino vendrá una ofensiva fascista, se desarma la resistencia, se mantiene la expoliación del territorio palestino por el usurpador sionista-fascista. De la misma manera actúan ante la rebelión de los trabajadores y juventud obrera de Bariloche, levantando una “multisectorial” (un “frente regional”) con abogados, la iglesia y sectores patronales, diciendo que no se tomen ni quemen mas comisarias, sino que se deje todo a la vía legal.

Contra la posición de “reconciliación”, qué hacer

El estado no es un árbitro imparcial, como quieren mostrarlo los reformistas, sino es un instrumento de la clase dominante. Mientras reúne en sus manos todo el poder, la burguesía tiene mecanismos como el parlamento, la justicia, las fuerzas armadas, con el fin de defender sus intereses y aplastar a sus enemigos. Eso se vio en Bagua, en el momento de acción, el estado burgués entró a masacrar a los luchadores, instituyó un terror de clase, desapareciendo a 200 luchadores.  

La venganza de los luchadores es justa, sagrada; la defensa de nuestros hermanos de clase está por encima de cualquier ilusión en la “justicia” y el “equilibrio” del estado y el régimen al servicio de los explotados. Los socialistas revolucionarios defendemos incondicionalmente el derecho sagrado de las masas explotadas a defenderse del estado burgués asesino; defendemos sin ninguna vacilación el derecho irrestricto de las masas a la rebelión. 

Contra la política de conciliación de clases de los reformistas que hablan en nombre de la clase obrera y las masas explotadas; contra los ex trotskistas que inficionan la conciencia de la clase obrera con la fraseología traidora de “compañero policía”, “trabajadores en uniforme”, etc., los trotskistas, al mismo tiempo luchamos por la liberación y el desprocesamiento de Alberto Pizango y de todos los dirigentes y luchadores amazónicos, de Pedro Condori y los dirigentes de Casapalca y todos los luchadores obreros y populares de Perú, defendemos incondicionalmente el derecho inalienable de los trabajadores y campesinos en lucha de defenderse del estado burgués asesino.

Para conquistar la libertad de Condori y Boza, y el fin de la persecución judicial de miles de luchadores como Alberto Pizango, líder del Aidesep, por el régimen fujimorista del TLC, se debe hacer la más amplia unidad de acción con las organizaciones obreras y populares. Es por ello que creemos que la campaña que impulsan la Conlutas y la Intersindical de Brasil, la UNT venezolana, los Fabriles de La Paz-Bolivia, Batay Ouvrie de Haiti, la Coordinadora de la resistencia de Honduras, sindicatos de Uruguay, Ecuador, Colombia, Francia, Grecia, agrupados en la Conclat y su encuentro internacional de trabajadores, en junio de este año, pese a las buenas intenciones de delegados de base en ese congreso, tiene importancia por el apoyo que recibió de numerosos representantes de organizaciones vivas de la clase obrera, pero no es consecuente. Porque ese congreso se opuso a la moción planteada por los fabriles revolucionarios de La Paz, que exigieron votar la denuncia y el combate contra los gobiernos “bolivarianos”. Es decir, se niega a combatir a los dos agentes con los que los patrones y el imperialismo quieren ahorcar nuestras luchas, para apoyar al sector bolivariano.
Llamamos a todos los sindicatos bases que enviaron delegados a ese encuentro a tomar como suyas el grito de guerra de los Fabriles de la Paz: desenmascarar y combatir a los gobierno bolivarianos, gobiernos que no son otros que los de Evo Morales, Chavez, Lula, Kirchner, y sus congéneres de Medio Oriente, Ahmadinejad, Hamas, Hezbolah, Fatah, la burguesía iraquí que se ha convertido toda en colaboracionista, que es la única manera por luchar por liberar a los presos de Guantánamo, Abu Graib, las prisiones del estado de Israel, las prisiones secretas de la CIA, a miles de luchadores antiimperialistas de Medio Oriente, a los miles de luchadores que son perseguidos y asesinados por los bolivarianos, como acaba de hacer la “progresista” Cristina Kirchner  en Bariloche.

No impide nada a estas organizaciones a convocar acciones de masas a nivel continental e incluso inter continental, por la libertad de los presos y perseguidos por luchar contra el putrefacto capitalismo, bajo la bandera de los fabriles de La Paz: ¡Combatir a los gobiernos “bolivarianos”!.

Pero una acción en Perú decidida, que golpee en el poder central, será necesaria para poder ver libres y sin acusaciones judiciales a nuestros hermanos de clase. Solo un combate encarnizado y sin cuartel contra el régimen fujimorista del TLC y su cuarto gobierno, Garcia, abrirá las puertas de las cárceles para Pedro Condori, los luchadores de Bagua, parará la ofensiva anti obrera con decretos represivos, privatizaciones, entrega del gas de Camisea al imperialismo, y las cerrara para los verdugos García, Toledo, Fujimori, la alta oficialidad y sus colaboradores. Esa acción de masas esta aún sobre el tapete, es la HUELGA GENERAL DE MASAS

¡Abajo la legislación represiva del régimen! ¡Ninguna reconciliación nacional con el gobierno de Alan García, su policía y su casta de oficiales asesinos de obreros y campesinos pobres! ¡Abajo el gobierno asesino de Alan García y el régimen fujimorista del TLC, que ata a la nación peruana al imperialismo!
¡Por el derecho inalienable de los trabajadores y los explotados en lucha a defenderse del ataque por parte del aparato represivo del estado burgués! ¡Por un comité de autodefensa nacional, llamando a los soldados rasos a unirse con sus armas a sus hermanos de clase, para derrotar a la casta de oficiales asesinos! ¡Disolución de la policía represora y asesina!
¡Abajo la dirección traidora de la Federación Minera, de la CGTP, fuera de nuestras organizaciones de lucha! ¡Por un Congreso nacional de delegados obreros, campesinos pobres, estudiantes, que una a todos los sectores en lucha, que organice y centralice las fuerzas para una huelga general!    
¡Por la inmediata liberación y desprocesamiento de los luchadores obreros y populares! ¡Por tribunales obreros y populares para juzgar y condenar los responsables del asesinato de más de 200 trabajadores y campesinos en Bagua!
¡Por un gobierno obrero y campesino basado en las organizaciones de lucha de la clase obrera y el campesinado, que, sobre las ruinas del estado burgués semicolonial, sirviente del imperialismo, garantice trabajo, salarios dignos, salud, educación para la clase obrera, y la tierra para el campesino pobre! Este es el único gobierno que puede garantizar la ruptura con el imperialismo y la revolución agraria.

Liga Trotskista Internacionalista - Perú

 
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